Son miles los peregrinos que realizan el Camino de Santiago a lo largo del año para visitar las reliquias del apóstol Santiago. Esta ruta de peregrinación tan conocida a nivel internacional puede completarse, a su vez, mediante diferentes rutas que pueden resultar más o menos accesibles, dependiendo de la manera en que los peregrinos quieran abordarlo. De este modo, existen muchas variantes, aunque algunas destacan por su popularidad, como la del Camino Lebaniego.
Aun así, sin importar cuál se elija, la mejor forma de culminar con éxito el Camino reside en la organización y la preparación física, independientemente de si se hace en solitario, en grupo, con la familia o con los amigos.
Una peregrinación que puede realizar todo el mundo
Una de las mayores ventajas de cualquiera de las rutas del Camino de Santiago se encuentra en que son abordables para cualquier persona que se lo proponga, independientemente del físico o la edad. Dicho lo cual, si bien puede completarlas todo el mundo, hay que tener en cuenta que se necesita una preparación previa para poder hacerlo con comodidad y evitar así problemas como lesiones u otro tipo de inconvenientes. De esta manera, la experiencia será mucho más enriquecedora, tanto si se lleva a cabo a solas como acompañado.
La mejor forma de hacer el Camino de Santiago: organización
Lo primero que hay que decidir y pensar antes de lanzarse al Camino es cuándo y cómo se desea hacer. En este sentido, aunque se puede completar en cualquier época del año, lo mejor es decantarse por aquellos meses que tienden a un clima más agradable y en los que haya disponibles más servicios, es decir, mediados de primavera y a principios del verano (abril, mayo, junio) o a comienzos del otoño (septiembre y octubre).
Una vez decidido cuándo se desea viajar, lo siguiente que hay que atender es la ruta por la que se realizará. De este modo, dependiendo de la que se elija, se necesitará una menor o mayor preparación. No por más o menos complicadas, sino por el tiempo que exigen terminarlas. Así, además, también será posible valorar el presupuesto, tanto si se organiza por cuenta propia o si se contrata a alguna empresa especializada en el Camino de Santiago. La mejor opción, en definitiva, dependerá de lo que se quiera invertir, pero si es la primera vez que se va a hacer el Camino, lo más recomendable es contactar con una agencia para aprender cómo funciona y ganar en tranquilidad.
Por último, con la fecha y la manera de hacerlo pensadas, hay que entrenar y preparar el equipamiento. Caminar todos los días, aumentando la intensidad de manera progresiva, es el mejor modo de preparar la musculatura para las rutas kilométricas del Camino. En cuanto al equipaje, ropa que transpire y un calzado cómodo son imprescindibles, además de procurar no llenar en exceso la mochila, si no se ha contratado un servicio de transporte de equipajes. Es decir, todo se resume en una buena preparación previa y las ganas de vivir la experiencia.
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