Amancio López Seijas, presidente del Grupo Hotusa, ha compartido su visión sobre el turismo en un reciente video, donde reflexiona sobre la evolución de esta industria desde mediados del siglo XX, cuando la instauración de las vacaciones pagadas transformó el panorama laboral y social. Este hito marcó un punto de inflexión, al democratizar el turismo y convertirlo en un fenómeno de masas.
Según López, esta transformación permitió que viajar, antes accesible solo para unos pocos, se volviera una actividad al alcance de la mayoría, lo que revolucionó la forma en que las personas exploraban el mundo y conocían otras culturas.
López Seijas subraya que, más allá de ser un sector económico, el turismo es "la industria de la felicidad", un reflejo del sueño humano de descubrir, vivir nuevas experiencias y conectar con otras realidades. En su intervención, rememora un pasado en el que los viajes estaban ligados a la guerra y la emigración, cuando las personas se desplazaban para invadir territorios o buscar mejores oportunidades.
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Hoy, en contraste, viajamos para aprender, disfrutar y valorar otras culturas, lo que, según el presidente de Hotusa, ofrece una oportunidad única para fomentar la tolerancia y combatir ideologías extremistas.
A pesar de los desafíos globales recientes, como las crisis económicas y sociales, López destaca que el turismo se ha consolidado como una actividad esencial para las personas. En este contexto, es vital garantizar aspectos clave como la seguridad, infraestructuras de calidad y la creación de experiencias únicas que diferencien a los destinos turísticos.
El modelo turístico debe cambiar hacia la singularidad, según el Grupo Hotusa
En su análisis, el presidente del Grupo Hotusa pone énfasis en la importancia de la singularidad como un valor añadido imprescindible para mantener el atractivo turístico.
Finalmente, López concluye que la diferenciación de los destinos es lo que enriquece los viajes y despierta el interés por seguir explorando el mundo. Por ello, advierte que uno de los grandes retos a los que se enfrentan las ciudades y países es evitar la homogeneización, ya que preservar la identidad de cada lugar es esencial para mantener su atractivo y esencia turística.
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