La inversión en el sector de los hoteles en España ha mostrado signos de desaceleración en 2024, según los últimos datos de CBRE. Entre enero y septiembre, el volumen de transacciones alcanzó los 1.700 millones de euros, lo que supone un descenso del 21% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Este enfriamiento en el ritmo de inversión refleja un cambio de tendencia en el mercado, que había experimentado un notable crecimiento en los últimos años, según la consultora CBRE.
A pesar de la caída generalizada en España, Cataluña ha mostrado una mayor resiliencia. En particular, Barcelona ha registrado un aumento del 115% en el número de operaciones, aunque el volumen total de inversión en la ciudad ha disminuido un 13%. Este descenso se debe principalmente a la falta de grandes transacciones como las que se llevaron a cabo en 2023, cuando hoteles icónicos como el Mandarin Oriental y el Dolce Sitges cambiaron de manos.
Jorge Ruiz, director de Hoteles en Iberia de CBRE, señala que el mercado barcelonés sigue atrayendo un interés significativo, aunque con operaciones de menor envergadura. "El apetito por Barcelona se mantiene sólido, pero los inversores están siendo más selectivos, enfocándose en activos de mayor calidad", explica Ruiz.
El lujo sigue siendo clave en la inversión de hoteles en España
A nivel nacional, la tendencia ha sido una mayor focalización en inversiones de menor tamaño y en el segmento de lujo. Entre las operaciones más destacadas del año se encuentra la adquisición del hotel Six Senses Ibiza por parte del Grupo Statuto, que estableció un nuevo récord de precio por habitación, así como la compra del Staying Valencia por Room Mate y la venta del Hotel Rafael Atocha en Madrid.
¿Qué se espera a corto plazo de la inversión hotelera?
A pesar de la desaceleración observada en 2024, los analistas mantienen una visión optimista sobre el futuro del sector hotelero español. Los fundamentales del mercado, como la recuperación del turismo y el crecimiento de la demanda de alojamiento, siguen siendo sólidos.
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Sin embargo, la menor rotación de carteras y la cautela de los inversores ante un entorno económico global más incierto podrían seguir influyendo en los volúmenes de inversión en los próximos meses.
Ruiz destaca que, aunque la actividad ha disminuido en comparación con el año anterior, el interés por los activos hoteleros en España sigue siendo elevado. "Los inversores continúan viendo al mercado español como una apuesta segura a largo plazo, especialmente en segmentos como el lujo y los destinos urbanos clave", concluye.
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