El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto el debate sobre una posible reestructuración de la tasa turística que grava las pernoctaciones en la ciudad. La propuesta contempla aplicar tarifas diferenciadas según la temporada, con el objetivo de distribuir mejor el flujo de visitantes a lo largo del año y reforzar segmentos turísticos de alto valor añadido, como los congresos o los cruceros.
Barcelona podría aprobar una tasa turísticas más cara para la temporada alta
El Ayuntamiento de Barcelona estudia imponer una tasa turística dinámica en la ciudad: en la temporada baja, podría reducirse a la mitad.
Barcelona, la ciudad más visitada de Cataluña.
En la actualidad, los visitantes que se alojan en la capital catalana deben abonar una tasa compuesta por un recargo municipal (elevado a 4 euros por noche desde octubre de 2024) y una cuota regional que varía según la categoría del alojamiento. En el caso de los hoteles de gama alta, el coste total puede alcanzar hasta 7,50 euros por noche.
Sin embargo, un acuerdo político reciente podría elevar esta cifra hasta los 15 euros diarios, lo que ha reavivado la preocupación entre los operadores turísticos por el impacto que estos incrementos podrían tener en la competitividad del destino.
La posibilidad de aplicar tarifas diferenciadas en función de la temporada cuenta con el respaldo de asociaciones del sector como Apartur o el Gremi d’Hotels de Barcelona, que ven en esta medida una oportunidad para mitigar la estacionalidad, atraer visitantes durante los meses con menor demanda y mantener la actividad turística de manera más equilibrada.
Barcelona podría aplicar una fórmula testada en otros destinos
Este enfoque no sería una novedad en el panorama nacional. Las Islas Baleares, por ejemplo, ya aplican reducciones en su tasa turística durante la temporada baja, una estrategia que ha contribuido a prolongar la actividad económica más allá del verano. En Barcelona, la adopción de un modelo similar permitiría suavizar la carga sobre los servicios urbanos durante los meses de mayor afluencia y fomentar un turismo más diversificado.
Para llevar a cabo esta reforma, sin embargo, sería necesario un cambio legislativo a nivel autonómico. Aunque el decreto aprobado por el Govern catalán y los comunes no incluye esta flexibilización, desde el consistorio barcelonés se han mostrado receptivos a que los grupos parlamentarios propongan modificaciones que permitan introducir la estacionalidad como criterio en el cálculo de la tasa.
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