La Avenida de Europa en Pozuelo de Alarcón dio la bienvenida hace solo unos meses a un concepto de alojamientos que tachan de “flexible”: se trata de un complejo que fusiona el concepto de 'coliving' y apartahotel. Es decir, el de hoteles y pisos turísticos.
Piscina compartida dentro de los alojamientos Nodis Pozuelo.
Lleva por nombre Nodis Pozuelo, y se trata de un hotel en el que se puede vivir largas temporadas. Las empresas encargadas de sacar adelante estos proyectos reconocen que son alojamientos hechos para estudiantes y jóvenes con empleos que no les permiten alojamientos en el centro de la capital. Pero, ¿esto cómo podría afectar al turismo?.
En primer lugar, podría afectar a las ventas de los hoteles de la zona, ya que son habitaciones más baratas, por menos tiempo que un alquiler y que podrían “robar” clientes MICE que necesitan estar dos o tres semanas en una ciudad por motivos laborales (y que, hasta ahora, se alojaban que hoteles ante la imposibilidad del mercado de ofrecer alquileres de tan corta duración”.
Sin embargo, Gonzalo Pazos, director de Nodis Pozuelo (empresa propietaria de este primer edificio), "es un concepto de vivienda flexible” que fomenta el ‘coliving’, donde prevalecen las zonas comunes. “Unifica ese concepto de hotel, de trasladarte a un sitio donde te dan las cosas hechas y te olvidas de todo lo que no sea tu día a día, con la posibilidad de convivir y conocer a gente”, detalla el empresario en Idealista.
Es decir, limpieza, servicio e incluso comida (si se desea), incluidos. Es decir, un hotel en toda regla para muchos expertos turísticos. “No es exactamente un hotel, porque son tres edificios que albergan desde estudios individuales hasta apartamentos compartidos. (…) A nivel de instalaciones de exterior, tenemos una piscina, unas pistas de pádel... Y en el interior [...] un ‘rooftop’ con unas vistas increíbles de Madrid”, defiende por su parte el empresario.
La empresa dueña del alojamiento también organiza actividades
Otra de las ideas que refuerza el hecho de que es un híbrido entre los hoteles y los pisos turísticos, es la manera de reservar el alojamiento: las reservas se pueden hacer a través de OTAs. De hecho, ya está disponible en webs como Booking desde 40 euros la noche.
Un precio rompedor, flexibilidad en la contratación, mismos servicios que un hotel… Y, a mayores, la posibilidad de que la empresa que alquila (o vende las habitaciones) sea también la operadora que organiza actividades para el viajero: desde fiestas de bienvenida hasta actividades deportivas, con el objetivo de “facilitar la integración de los residentes”.
El tiempo dirá si este tipo de alojamiento triunfa o, como en otras ocasiones, se queda en nada. Lo que está claro es que el sector hotelero ya tiene la mirada puesta en este modelo.
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