Es “la venta de una empresa que tiene un valor estratégico fundamental para el país y teniendo en cuenta la historia de este asunto, incluido el gran monto que los contribuyentes nacionales tuvieron que pagar para salvar a TAP Air Portugal, tras la pandemia de Covid-19”, explicó Marcelo Rebelo de Sousa en una carta que, como presidente de Portugal, le remite al primer ministro del país, Antonio Costa.
TAP Air Portugal: El Presidente de Portugal paraliza la venta
Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, pidió explicaciones sobre algunos aspectos de la venta de TAP Air Portugal.
Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, puso en pausa la privatización de TAP Air Portugal.
En otro pasaje de la misiva, de Sousa asegura que es clave “garantizar la máxima transparencia durante todo el proceso que conducirá a la decisión de vender el control de la empresa”. Según el presidente luso, como se viene desarrollando todo el proceso de privatización “suscitó múltiples dudas y reticencias ante la deseada máxima transparencia del proceso”.
TAP Air Portugal y las dudas
En definitiva, de Sousa pidió aclaraciones sobre tres aspectos, a los que considera “esenciales”: la capacidad del Estado para controlar e intervenir en una empresa estratégica como TAP, la cuestión de vender o adquirir activos incluso antes de la privatización; y la transparencia de toda la operación.
“La cuestión de la futura capacidad efectiva de seguimiento e intervención del Estado en una empresa estratégica como TAP es central, ya que, admitiendo la venta de cualquier porcentaje superior al 51%, no está expresamente previsto ni permitido en decisiones administrativas posteriores, papel alguno para el Estado”, explica la carta.
Por otro lado, la privatización propuesta admite que “TAP pueda vender o adquirir, incluso antes de la decisión de ser privatizada, cualquier tipo de activo, sin ningún otro mínimo de precisión o criterio”.
Finalmente, está la cuestión de no garantizar una transparencia total. “Resulta fundamental, en una fase de contactos previa a la elaboración del pliego de condiciones, es decir, de las reglas que guiarán la elección de un potencial comprador; dejar claro que estas negociaciones no serán vinculantes y que estos contactos seguirán siendo registrales”.
La privatización se puede concretar si la ley que la impulsa es promulgada y para ello, se requiere no solo la firma del primer ministro, sino también del presidente.
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