Querétaro, una ciudad capital
Los nuevos rumbos del turismo internacional
Si bien México es mundialmente conocida por sus soleadas playas y sus tesoros arqueológicos, en los últimos tiempos el turismo internacional ha ido descubriendo otros puntos de interés que atesora su variada geografía, especialmente aquellos vinculados con la historia y la cultura.
En este sentido, sobresale Santiago de Querétaro, capital del estado de Querétaro, uno de los territorios de mayor dinámica de crecimiento económico del país. Situada a tan sólo 219 km. de Ciudad de México, se trata de una comunidad de unos 800 mil habitantes que jugó un destacado papel en los anales del país: en 1810 fue sede la Conspiración de Querétaro, donde se fraguó el movimiento que daría lugar a la independencia mexicana.
Lo primero que sorprende al recién llegado es el pintoresco acueducto urbano, una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes del siglo 18. Cuenta con 74 arcos, se extiende a lo largo de 1.280 m. y aún se lo utiliza para transportar agua hacia la ciudad. Por sus calles serpenteantes, los recuerdos de un rico pasado colonial se agolpan en numerosas construcciones de estilo barroco profusamente ornamentadas que en 1996 llevaron a la Unesco a declarar a la ciudad vieja como Patrimonio de la Humanidad.
En las afueras se encuentra el corazón verde del país azteca: la Sierra Gorda, declarada Reserva de la Biósfera por su gran biodiversidad. Cinco misiones franciscanas, dos pueblos mágicos (San Joaquín y Jalpan de Serra) y naturaleza en estado puro son su sello distintivo. Ostenta altitudes de más de 3 mil msnm y amplios y profundos cañones labrados por tres ríos.
Otro tesoro natural de Querétaro es La Peña de Bernal, el tercer monolito más grande del mundo. Se eleva 350 m. y un excelente punto para fotografiarlo es desde el Pueblo Mágico de Bernal.
Como en todo México, la gastronomía ocupa aquí un significativo lugar. Uno de sus platos típicos son las enchiladas queretanas, que se sirven acompañadas de papa y zanahoria fritas y un trozo de pollo.
www.queretaro.travel
Choquequirao, la otra Machu Picchu
No se llega en buses con aire acondicionado o a bordo de confortables trenes panorámicos, sino tras una exigente caminata de 27 km. Pero la audacia tiene su recompensa: Choquequirao fue uno de los últimos bastiones de resistencia y refugio de los incas. Una ciudadela perdida sobre las estribaciones del nevado Salcantay, en plena cordillera, en el departamento del Cuzco, al sur de Perú y a 170 km. de Machu Picchu.
Las primeras noticias de su existencia datan de 1710, producto de comentarios del explorador español Juan Arias Díaz Topete, mientras que su redescubrimiento y restauración comenzaron en 1909 por iniciativa del arqueólogo Hiram Bingham y el topógrafo Clarence Hay, ambos estadounidenses. Luego, en 1986, tuvieron lugar los primeros estudios intensivos de restauración. Hoy, se calcula que sólo un 30% del complejo, que abarca unas 1.800 ha. en diferentes niveles conformados por edificaciones y terrazas, ha sido desenterrado y puesto en valor como zona turística.
En mayo de 2013 fue anunciado un proyecto de US$ 54,3 millones para construir un teleférico que uniera el centro arqueológico con el poblado de San Ignacio de Kiuñalla cruzando el río Apurímac, sobre una distancia de 5,4 km. La idea apunta a transportar 50 pasajeros por cabina, sumando 400 traslados por hora, con los trabajos y administración concesionados por la agencia gubernamental Proinversión. Pero la iniciativa está judicialmente paralizada a raíz de disputas para el reparto de las ganancias entre las regiones involucradas.
Según opinaron varios especialistas, la puesta en marcha del teleférico desencadenará una verdadera revolución económica, calculándose que Choquequirao puede recibir una afluencia turística similar a la de Machu Picchu.
La agencia especializada en trekking Villa Los Loros cuenta con programas especiales de tres y cuatro noches que incluye el acompañamiento con un guía profesional, todo el equipo para acampar y las comidas. Las tarifas, para un grupo de ocho personas, arrancan en US$ 450 y US$ 500 por persona, respectivamente.
www.culturacusco.gob.pe/choquequirao
Iberá, naturaleza en estado puro
El 5 de diciembre de 2018 el Congreso argentino aprobó la creación del Parque Nacional Iberá en la provincia de Corrientes, una gran reserva natural de 712.800 ha. que –en el extremo nordeste del país– atesora más de 4.000 especies autóctonas de flora y fauna.
Se trata, nada menos, del mayor parque natural de Argentina, el cual recibe más 30 mil visitantes anuales y promueve el desarrollo económico de la zona con proyectos vinculados al ecoturismo. Además, es el único parque que en Sudamérica cuenta con trabajos de “rewilding” (restauración de ambientes y especies).
Parte de las tierras (159.800 ha.) fueron donadas por las fundaciones CLT Argentina, creada por Douglas y Kris Tompkins; y Flora y Fauna Argentina. Las 553 mil ha. restantes de esteros y humedales pertenecen al Parque Provincial Iberá.
La iniciativa comenzó a gestarse en 1997, durante una visita del matrimonio de filántropos estadounidense Tompkins a los esteros del Iberá (“aguas brillantes” en idioma guraní), oportunidad en la que vislumbraron la necesidad de proteger el área. Como primer paso, en el corazón de los esteros adquirieron la estancia San Alonso, de 10 mil ha., y fundaron CLT para que administrara el territorio como parte del Proyecto Iberá. Luego siguieron adquiriendo tierras a privados hasta que superaron las 150 mil ha.
Entre las numerosas acciones realizadas desde entonces en términos de preservación de la fauna, sobresalió la primera liberación de osos hormigueros en 2007, especie que había desaparecido en toda la provincia. Además, se incrementaron las poblaciones de venados de las pampas, pecaríes de collar, tapires y guacamayos rojos, al tiempo que fue creado el Centro de Reintroducción del Yaguareté, espacio de 34 ha. dedicado a albergar, criar y rehabilitar ejemplares de esa especie.
Actualmente, hay cuatro localidades que ya se están beneficiando de manera significativa con el turismo de naturaleza en Iberá: Colonia Carlos Pellegrini, Ituzaingó, San Miguel y Concepción del Yaguareté. Existen varias hosterías con servicios acordes a las exigencias del turismo de naturaleza de alta gama.
www.camaraturismoibera.com.ar
Los sorprendentes paisajes de Guaviare
San José del Guaviare, en los límites entre los Llanos Orientales y la selva del Amazonas, es uno de los nuevos destinos que Colombia ofrece al viajero dispuesto a la aventura. Con una temperatura promedio de 25ºC, es capital del departamento del Guaviare y la puerta de entrada para conocer la biodiversidad y la riqueza cultural de la zona. Bosques, sabanas, ríos, pinturas en la piedra que tienen más de 1.000 años y la cultura viva de las etnias indígenas –entre ellas, tribus que hasta hace pocos años no habían tenido contacto con el resto del mundo– forman parte de su poco conocida riqueza.
El cerro Azul, a 47 km. de la capital departamental, es una de las visitas imperdibles: allí, a unos 200 m. de altura, se aprecia un extenso conjunto de pictogramas de color rojo grabados sobre la piedra por tribus indígenas hace más de un milenioi. Se trata de más de 4.000 pictogramas, que integran uno de los conjuntos más grandes del mundo en su género.
También desde la capital se puede visitar la Ciudad de Piedra, con antiguas rocas que se distribuyen de manera curiosa sobre el terreno formando una especie de ciudad. Algunas de estas rocas parecen desafiar la gravedad, mientras que otras también conservan jeroglíficos. Otra curiosa formación es la conocida Puerta de Orión, una roca semicircular de 12 m. de altura, con varios laberintos y cornisas.
Paseos en kayak, visitas a pozos de origen natural y recorridos por curiosos ríos coloridos son otras de las opciones que ofrece la región.
Juan Niño es un joven topógrafo de la zona que creó una carta de georreferenciación turística que en 2012 dio nacimiento a la firma Geoturs del Guaviare, un exitoso emprendimiento turístico con beneficio social. Comenzó con cuatro programas por áreas cercanas y con el correr del tiempo fue expandiendo su cartera hasta ofrecer paquetes todo incluido con senderismo, navegación, gastronomía típica y actividades culturales en torno al folclor local.
www.colombia.travel/es/a-donde-ir/amazonia/san-jose-del-guaviare
Fernando de Noronha, un viaje al azul profundo
La isla de Fernando de Noronha es la única habitada de un archipiélago formado por otras 20 que integran el Parque Nacional Marino del mismo nombre, a 545 km. de las costas del estado de Pernambuco, en el nordeste de Brasil. Se trata de un área preservada de 17 km², con poco más de 3.000 habitantes, donde el turismo se desarrolla de modo sustentable: la cantidad de visitantes está limitada a 450.
Su origen volcánico hace del paisaje algo deslumbrante y peculiar y explica las particulares formaciones basálticas que moldean el paisaje, entre las que sobresale el omnipresente Morro do Pico. Pero en Noronha las estrellas son, claro, las playas que año tras año encabezan los diversos rankings del litoral brasileño. Pedazos arrancados de los sueños más delirantes, son además diversas y originales en su belleza. Se dividen, básicamente, entre las que se encuentran en Mar de Dentro –orientadas hacia el continente– y las de Mar de Fora, de cara al Atlántico.
Fernando de Noronha es una verdadera meca de los buceadores y uno de los mejores sitios del mundo para inmersiones por la visibilidad de su mar transparente, que suele alcanzar los 50 m. Para una primera aproximación bastará una máscara de esnórquel; o pasear en una embarcación con un piso de vidrio que funciona como una gran lupa. Pero quien tiene la fortuna de visitar este paraíso para pocos, debería atreverse a profundizar un poco más provisto de un tanque de oxígeno y alentado por instructores acostumbrados a guiar a los inexpertos. El universo casi detenido de su azul profundo invita a nadar junto a peces de colores, añosas tortugas y enormes mantarrayas; y a observar azorados la milimétrica belleza de las esponjas y los colores brillantes de los corales.
Tampoco se puede dejar de recorrer la isla en buggy o 4x4, en paseos que se detienen con tiempo para bañarse en algunas de las playas más atractivas de la isla para finalmente terminar contemplando un inolvidable atardecer.
www.noronha.com.br
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