Transcurrido el primer año de mandato del empresario hotelero Jordi Clos al frente de la presidencia de Turisme de Barcelona, el dueño de Derby Hotels Collection nunca hubiera imaginado que éste sería uno de los periodos más convulsos en la historia del turismo de la ciudad condal. Y lo que está por venir.
Barcelona: Jordi Clos, entre el Yin y el Yang
El mandatario de Derby Hotels Collection vive el año turístico más convulso de la ciudad al frente de Turisme de Barcelona y del gremio de hoteles.
Clos asumió su presidencia al ser designado para el puesto por el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona. Como máximo cargo institucional del ente público-privado de promoción turística de la capital catalana, la tozudez de los hechos, y no otra cosa, lo han puesto ante la tesitura de posicionarse ante la opinión pública. Bien como empresario hotelero y presidente del Gremi d‘Hotels de Barcelona, o bien en el perfil más neutro y de consenso que se le supone a un mandatario que encabeza una entidad, Turisme de Barcelona.
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Un organismo donde se agrupan actores tan dispares y con intereses tan distintos a priori como el Ayuntamiento de Barcelona, la Cámara de Comercio de BCN, o las más de 1.000 empresas turísticas de todos los ámbitos del ocio y el turismo que participan como miembros asociados en la entidad.
En la filosofía del Taoísmo sobre uno de los principios del Yin y el Yang, se dice que el yin y el yang son opuestos. ‘Todo tiene su opuesto, aunque este no es absoluto sino relativo, ya que nada es completamente yin ni completamente yang. Por ejemplo, el invierno se opone al verano, aunque en un día de verano puede hacer frío y viceversa.’ Por eso hablamos de Jordi Clos entre el yin y el yang, porque aúna en su figura de larguísimo reconocimiento empresarial en la ciudad dos posiciones a priori contradictorias, u opuestas según el principio chino mencionado.
Un hotelero, que defiende a los suyos, a la patronal que él encabeza desde hace décadas, y vaya si lo ha hecho, como a sí mismo, o bien el máximo representante del ente de ‘gestión’ del turismo –ahora se prefiere llamarlo así, y no de promoción- que aboga por un beneficio multisectorial. Opuestas, o quizá no tanto, y quizá más armónicas de lo que pensamos.
Y más cuando una fuente cercana a la anterior dirección de Turisme de Barcelona explicaba a este autor que “la gente lo piensa, pero nosotros no somos ni hemos sido nunca el ‘lobby’ de los hoteleros de Barcelona, y tratamos de actuar en consonancia”.
Rosario de conflictos
Un año convulso e inédito en la historia de la urbe y del propio ente de promoción nacido en 1993. Hablamos de noticias acontecidas en esta nueva etapa encabezada por Clos donde han coincidido decisiones como el aumento de tasas de estancias turísticas; conflictos con operadores de apartamentos como Airbnb; primeras manifestaciones recurrentes contra la actividad turística en la ciudad; anuncio de supresión de licencias de pisos turísticos; revisión de la estrategia de BCN como puerto de cruceros...
Y además, porque "todas las miradas" apuntan hoy tanto al perfil empresarial que ostenta la representación de Turisme de Barcelona, aunque bien podrían hacerlo al perfil gestor, en este caso de su director, Mateu Hernández, un técnico de amplia trayectoria en el Ayuntamiento de Barcelona y ratificado ahora hace un año al frente del ente de gestión turístico barcelonés. Y ya se sabe que el Ayuntamiento, desde los tiempos de la alcaldesa Ada Colau, ha ido ocupando progresivamente un rol mayor sobre aspectos decisorios en este consorcio público-privado.
El precedente de Joan Gaspart
Pero Jordi Clos no es el primer empresario que se enfrenta a la dicotomía que supone defender su cadena hotelera, su empresa privada, en fin, sus negocios, frente a las ‘decisiones’ generales de consenso, no partidistas y de mayor alcance que como presidente institucional del Turisme de Barcelona le corresponden. Su coetáneo hotelero Joan Gaspart (presidente de la cadena HUSA) ya vivió estos hechos cuando en 2013 se implantó por primera vez en una urbe del Estado, Barcelona, y en toda Cataluña. la tasa turística a iniciativa del Goven de la Generalitat.
Pero por ahora se le ha escuchado poco como presidente de Turisme de Barcelona, y, en cambio, se le lleva escuchando por tiempos pretéritos como presidente del gremio hotelero de la ciudad, que reúne a más de 400 establecimientos alojativos.
El halcón Horus frente a la armonía taoísta
¿Y si el halcón Horus, una de las más importantes deidades de la civilización egipcia, se impone finalmente al filósofo y a la armonía orienal del yin y el yang? Quizá Jordi Clos acabe por recurrir a una zambulida en el Museu Egipci de Barcelona, uno de los legados que deja Clos como benefactor en la ciudad, para determinar la dirección de sus decisiones.
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