El Ayuntamiento de Barcelona, presidido por el socialista Jaume Collboni, ha anunciado un incremento en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que afectará a los hoteles, terminales de cruceros y autobuses turísticos de la ciudad.
Esta medida, que ha pillado por sorpresa al sector, y ha sido defendida por el concejal de Hacienda, Jordi Valls, tiene como objetivo que el sector turístico contribuya de manera "más justa" al sostenimiento de los servicios públicos, que se ven sobrecargados por el volumen de actividad turística, según el socialista.
De este modo, a partir de 2025, 208 hoteles de Barcelona verán incrementado el IBI del 1% al 1,08% debido al elevado valor de sus inmuebles, según ha explicado Valls. Además, las terminales de cruceros, consideradas Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICES), afrontarán una subida progresiva del impuesto, que pasará del 0,80% actual al 1,30% en 2027. Estas medidas proporcionarán al consistorio un ingreso adicional de unos 5 millones de euros.
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Por otro lado, los autobuses turísticos también se verán afectados por una nueva tasa que limitará el número de permisos diarios para acceder a la Zona Bus, además de imponer un cobro por parada en áreas de gran afluencia de visitantes. La tasa por ocupación del espacio público también será aumentada.
La patronal de los hoteles de Barcelona pone el grito en el cielo ante la subida
La patronal hotelera, el Gremi d'Hotels de Barcelona, ha expresado su desacuerdo con estas decisiones, calificándolas como "frivolidad" y criticando la falta de diálogo con el sector.
Según la patronal, el aumento del IBI desincentivará el desarrollo de un turismo de calidad y responde a intereses principalmente recaudatorios y electorales.