Este pasado fin de semana, las calles de Tenerife (y de otras partes de España en muestra de apoyo) fueron testigo de las numerosas protestas de los vecinos de la zona en contra del turismo de masas.
Tenerife protesta contra la masificación y "abraza" la tasa turística
Las protestas de la población de Tenerife en contra del turismo masivo fuerza a las instituciones a reaccionar: la tasa turística está más cerca.
Entre las reivindicaciones, reducir el número de hoteles, paralizar la construcción de nuevos alojamientos y aplicar una tasa turística "contundente" que se reparta “equitativamente” entre la población local.
Unas protestas que llegaron a ser masivas y que tuvieron eco en medios de comunicación del Reino Unido, como la BBC o ITV. Y parece que esas repercusiones y el éxito de la convocatoria ha hecho reaccionar a las instituciones gubernamentales de las Islas Canarias.
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, se ha abierto esta misma semana a aplicar una tasa turística para los usuarios de turismo rural dentro de las Islas Canarias. Dávila, que forma parte de Coalición Canaria, reconoce que esta podría ser una de las soluciones al problema ya que “se protegería el paisaje”, que es el producto turístico fundamental.
En declaraciones al periódico El Día, subraya que “quienes nos visitan tienen que valorar y respetar nuestra riqueza natural y cultural, nuestros recursos, y tienen que tener claras las normas para su preservación. Además, tiene que haber límites para evitar que el turismo se desborde”.
"Tenerife no puede ser un parque temático"
“Hay que analizar las excepcionalidades que se pueden aplicar en un territorio tan frágil y limitado como el nuestro. Lo que está claro es que Tenerife no puede ser un parque temático”, añade.
Eso sí, no dice nada de la solicitud de los locales de prohibir construir hoteles en la isla y reducir la oferta de alojamientos para “garantizar el derecho a una vivienda digna para todos los tinerfeños”.
Sin embargo, es un primer paso, dicen las organizaciones convocantes de las protestas, que un político proponga ya medidas en contra de la, la cual ya califican de “asfixiante e insostenible”.
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