Llegados a este punto en el que el turismo de masas ha empujado a la ciudad de Barcelona a que más del 60% del parque de alquiler de la ciudad sea vacacional e ilegal, y que las manifestaciones en favor de la turismofobia se hayan disparado, ¿qué pueden hacer las administraciones para poner fin a esta tendencia?
Barcelona: la propuesta que elevaría el gasto y reduciría el turismo de masas
Desde la reducción de impuestos hasta el fomento de destinos menos conocidos en Barcelona: estas son todas las medidas que esquivarían el turismo de masas.
La Fira de Barcelona durante el Salón del Automóvil.
José Donaire, director del Instituto de Estudios Turísticos (INSETUR), ha presentado una serie de propuestas orientadas a aumentar el gasto medio de los turistas en Barcelona y a mitigar el impacto del turismo de masas.
Estas medidas, publicadas en su perfil de LinkedIn, se centran en la estrategia de incrementar la estancia media de los visitantes.
Entre las propuestas de Donaire se encuentra la reducción del impuesto de estancias en un euro por día a partir del cuarto día de alojamiento. Esta medida busca incentivar a los turistas a prolongar su estancia, lo que permitiría una mayor dispersión del turismo y un menor impacto ambiental en la ciudad.
Además, Donaire sugiere fomentar la exploración de destinos cercanos a Barcelona, como Tarragona, el Penedès o la ruta de Dalí. Según el director de INSETUR, tras cumplir con el "ritual turístico" de visitar los principales puntos de interés, muchos visitantes buscan experiencias más auténticas y menos masificadas.
Otra de las medidas propuestas es la reducción de las emisiones de CO2. Alargar la estancia de los turistas reduciría el número de viajes necesarios para el mismo volumen de visitantes, contribuyendo así a una disminución significativa de las emisiones de carbono.
¿Y si estamos midiendo mal el problema? Barcelona tiene mucho que decir en este punto
Donaire también plantea cambiar la manera de medir el turismo, proponiendo utilizar el concepto de "turistas por día" en lugar de solo contabilizar las noches de estancia. Esta métrica, según él, permitiría una mejor comprensión del impacto real del turismo en la ciudad.
La propuesta incluye incentivar una mayor conexión de los turistas con la ciudad. Al aumentar la estancia media, los visitantes podrían pasar del "fast look" al "slow look", estableciendo una relación más profunda y auténtica con Barcelona.
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Otra medida es utilizar el impuesto de estancias como herramienta para premiar las estancias largas y penalizar las cortas, incentivando así a los turistas a quedarse más tiempo en la ciudad.
La gestión turística de las ciudades
“La gestión turística de las ciudades tiene muchas estrategias: limitación, dispersión, diversificación... Sin embargo, hay una que ha sido ignorada y que tiene un impacto enorme: conseguir incrementar la estancia media. El impuesto podría "premiar" las estancias largas y "castigar" a las cortas”, subraya en su publicación Donaire.
Finalmente, Donaire propone eximir del impuesto de estancias a los turistas que lleguen a Barcelona en tren, promoviendo así el turismo sostenible y reduciendo el impacto ambiental.
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