La proliferación de los pisos turísticos es uno de los “dolores de cabeza” más fuertes y recurrentes del sector turístico en los últimos años, según la Mesa del Turismo. Aunque parece que las administraciones públicas empiezan a tomar cartas en el asunto.
Carlos Abella, secretario general de la Mesa del Turismo.
Buena prueba de ello es la última reunión sectorial entre Gobierno y comunidades autónomas en busca de una norma que ponga límite a las viviendas de uso turístico.
Sin embargo, Carlos Abella, secretario general de la Mesa de Turismo, se muestra cauto en este aspecto. Así lo señala en una entrevista a Ladevi en la que insiste en el objetivo prioritario del sector: implantar a nivel nacional un registro de viviendas turísticas, que incluya los pisos turísticos.
Esto permitirá “un seguimiento de las plataformas de comercialización de estos alojamientos para que toda vivienda ilegal sea localizada y sancionada, si corresponde”.
"Faltan herramientas para perseguir la ilegalidad"
Además, Abella recuerda que las competencias están transferidas a las comunidades autónomas y ayuntamientos, y que antes de aplicar una norma es necesario dotar al sector público de recursos para imponer sanciones y registros.
“Faltan herramientas adecuadas en esos ayuntamientos para perseguir la ilegalidad. En Madrid, por ejemplo, se necesitan inspectores que puedan realizar los seguimientos y abrir los expedientes sancionadores correspondientes. Si las detectamos, pero la administración no tiene los recursos suficientes, no haremos mucho”, subraya el secretario de la Mesa del Turismo.
“Somos optimistas porque parece que avanzamos. Pero somos cautos, porque llevamos mucho tiempo poniendo encima de la mesa el problema sin encontrar una solución rotunda. Hay que insistir para que no se quede todo en reuniones”, añade.
El auge de los pisos turísticos y la turismofobia: dos problemas que llevan años "desgastando" el turismo
Según Abella, la vivienda de uso turístico ilegal lleva años "generando un problema considerable en el turismo”. No solo por la masificación, dice, sino porque “desaparece la oferta de viviendas residenciales”, creando problemas a los residentes y “al propio turismo”, que no encuentra trabajadores por falta de viviendas de alquiler.
Sin embargo, aunque ayuntamientos como Madrid (donde el 92% de las viviendas de uso turístico existentes que son ilegales, según datos del consistorio) y Valencia ya están aplicando prórrogas a las nuevas concesiones de pisos turísticos, Abella reconoce que “ya hay problemas muy graves” en ciertos destinos, fruto de la “inacción” de las administarciones.
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“Ya tocaba que los ayuntamientos pausaran las licencias de pisos turísticos. Pero siguen habiendo grandes problemas. En Canarias o Baleares vemos cómo surgen ciertas protestas o movimientos relacionados con la turismofobia que están siendo auspiciados por determinados grupos políticos”, denuncia.
“Lamentablemente se dirigen contra el turismo cuando esos manifestantes viven en gran parte del turismo. No se deberían dirigir contra el turismo, sino contra las administraciones públicas que no están tomando medidas para regular el problema de base”, recalca Abella.
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