En 2022, el turismo en España recuperó casi las cifras prepandémicas de 2019. Y este año, no solo se lograron superar esas cifras en muchos subsectores, sino que los precios están superando en muchos casos los registrados en aquel año. Pero todo tiene un final, y estamos ante el fin del crecimiento desmedido de la industria turística española para 2024.
El turismo español frenará su "fiebre alcista" en 2024
Turistas llegando a España para disfrutar de sus vacaciones.
Así lo explica en su último análisis sectorial Caixabank, quien destaca que repasando los indicadores de actividad turística, el sector está dando “grandes muestras de resiliencia”, aunque de cara a finales de este año y comienzos de 2024, se espera que el tono del sector “cambie ligeramente y volviéndose menos boyante”.
“Actualmente, observamos varios factores que moderarán el ritmo de crecimiento del sector y que deberían hacerse más patentes conforme nos acerquemos al 4T 2023, como son el endurecimiento del entorno macrofinanciero, el recrudecimiento de la competencia que planta Turquía al mercado español y la reactivación de los viajes de larga distancia por parte de los europeos (españoles incluidos)”, explica la entidad financiera.
Teniendo todo esto en cuenta, Caixabank prevé que el PIB turístico en 2023 arroje aún cifras muy positivas, pero con precios no tan desmedidos como los que hay ahora.
“El PIB del sector crecerá un 6,5% anual y superará así los niveles de actividad de 2019, sobre todo gracias a la buena inercia generada en la primera mitad de año y a la buena cosecha de verano. Pero de cara a 2024, estimamos que el crecimiento se moderará considerablemente y anotará un avance del 1,5% anual, afectado por los vientos de cara que se le plantean a la industria turística en los próximos trimestres”, subraya, al tiempo que confirma que los precios podrían ir a menos por una rebaja de la demanda.
¿2024 será el fin de un ciclo?
A pesar de todo, Caixabank destaca que esto no es la apocalipsis, ya que el turismo seguirá creciendo en los próximos años, gracias a que continúa "encontrando nuevas palancas de crecimiento y porque continúa siendo uno de los sectores turísticos más competitivos del mundo”. Podríamos decir que el año que viene se acaba un ciclo extraordinariamente positivo, pero que no dará paso a una etapa negativa.
Además, en el informe de esta entidad financiera se recoge que dentro del alza de precios turísticos no hay una “naturaleza homogénea”, si no que responden a una “acumulación de shocks de diferente origen, tanto de demanda, como de oferta, y que “han empujado y continúan empujando a los precios turísticos”. Aunque en el futuro, habrá moderación.
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