Malas noticias para el sector del lujo hotelero en España: según el último ránking de los mejores 100 mejores alojamientos de lujo del mundo que elabora Travel + Leisure, España solo tiene dos hoteles en esta lista: el Rosewood Villa Magna, de Madrid, y Finca Cortesín, de Málaga.
De hecho, el primero el Rosewood Villa Magna logra un muy digno puesto 19, mientras que la Finca Cortesía escala hasta el puesto 28. Pero ahí se acaban las presencias españolas. Y esto confirma el toque de atención que la industria del lujo está lanzando al turismo español: faltan hoteles cinco estrellas y cinco estrellas Gran Lujo en España.
Tal y como revelan fuentes del sector del hospedaje “luxury” a Ladevi en conversaciones mantenidas durante el Phocuswright Europe 2023 en Barcelona, España tiene un sector hotelero de cuatro estrellas muy sólido: buenas habitaciones a un precio demoledor con respecto a otros países de su entorno. Pero falla en el lujo.
La gama cinco estrellas o lujo superior de España está un paso por detrás según estas fuentes. “No encuentras hoteles cinco estrellas del mismo grado de lujo que en Estados Unidos, por ejemplo. (…) Algún cliente me ha trasladado quejas por detalles como las perchas enganchadas al armario sin que se puedan descolgar para evitar robos o la falta de servicios personalizados”, explica un importante propietario de una agencia de organización de viajes de lujo internacional.
De hecho, advierte de que la mayor parte de las cadenas hoteleras de lujo en las que se alojan consumidores de este nicho de mercado suelen ser marcas extranjeras como Four Seasons o Mandarin Oriental. Por ello, pone deberes al sector.
¿Cuáles son las tares pendientes del sector del lujo en España?
La primera cuestión a mejorar es el servicio. Agentes de viajes “luxury” piden una mayor profesionalización del sector: camareros de alto nivel, cursos especializados, grados profesionales específicos para subsectores como el náutico, aéreo, hotelero, hostelero, etc. Además, advierten de la necesidad de aportar mejores productos que incluso rocen la excentricidad: “Da igual que el precio suba. (…) Ellos (los clientes habituales de lujo) lo pueden pagar. Pero lo que no quieren es que les falte una botella de cava al llegar al hotel una carta de almohadas muy extensa”.
Son una lista de mejoras que deben aplicarse cuanto antes para que ese top 100 tenga más representación española. Porque España ya vive del lujo: las hoteleras, de hecho, prevén un aumento del 7% en sus precios de media en 2023 en este subsector, lo que sugiere que hay una demanda suficiente para justificar un aumento de precios.
Según la organización Luxury Spain, el turismo de lujo representó el 2,2% del PIB en 2019 y el 1,9% en 2022 (y las previsiones dicen que se podría superar en 2023 el aporte prepandémico), lo que indica que el sector turístico premium es un importante contribuyente a la economía española. Además, la facturación global del sector del lujo ascendió a 1,2 billones de euros en 2019 y que en 2022 se situaba en 1,1 billones de euros.
Más inversión hotelera de lujo
Buen ejemplo de esa importancia del turismo de lujo en nuestro país, es la inversión hotelera de lujo y sus datos de inversión en el primer semestre del año: las categorías de 5 estrellas y 5 estrellas GL acapararon la mitad de la inversión en la primera mitad del año con un total de 717 millones de euros invertidos en nuevos proyectos, según datos del último informe de Inversión Hotelera en España elaborado por el equipo de hoteles de Colliers,
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