El apagón eléctrico que afectó a buena parte del país el pasado lunes 28 de abril tuvo un impacto inmediato sobre la movilidad y la capacidad de alojamiento en Madrid: la capital absorbió en pocas horas a miles de viajeros bloqueados por la suspensión de servicios ferroviarios y aéreos, con una ocupación hotelera que pasó del 89% al 95%, según datos de la Comunidad de Madrid.
Recepción del hotel Praga, en Madrid.
Ante esta situación, el ejecutivo regional activó un plan de contingencia que incluyó el ofrecimiento de espacios como el Movistar Arena para pasar la noche. Aunque la opción principal para muchos viajeros fue la reserva de última hora de 5.000 plazas hoteleras.
CEHAT presume de una gestión "excelente" de la crisis por parte del sector
La rápida movilización permitió evitar un colapso mayor, aunque las autoridades reconocen que hubo dificultades logísticas. Las oficinas de información turística de la Puerta del Sol, Atocha y el aeropuerto permanecieron abiertas durante toda la jornada para atender a los afectados, con especial atención a los turistas extranjeros que desconocían cómo proceder en un contexto de cancelaciones masivas.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), a través de su presidente Jorge Marichal, subrayó la implicación "excelente" del sector hotelero en la gestión de la crisis. Muchos establecimientos activaron generadores eléctricos para garantizar la continuidad de los servicios básicos, mientras que otros colaboraron con las autoridades cediendo habitaciones a personas varadas sin reserva. Marichal calificó de “ejemplar” la actuación de los profesionales del sector durante las horas más críticas.
Hasta 500 euros por noche en hoteles de 3 estrellas por el apagón
Aun así, el incremento súbito de la demanda provocó distorsiones en el mercado. Algunas denuncias recogidas por medios como La Sexta señalaron precios desorbitados en ciertos hoteles del centro de la ciudad, donde una noche llegó a alcanzar los 500 euros en hoteles de 3 estrellas. Este episodio ha reabierto el debate sobre la necesidad de mecanismos regulatorios que eviten la especulación en situaciones de emergencia.
El Movistar Arena, reconvertido en albergue improvisado, acogió durante la noche a un centenar de personas, en su mayoría extranjeras. Cruz Roja desplegó 100 camas y ofreció agua y alimentos, con una veintena de personas aún presentes en el recinto a primera hora del martes. La medida fue coordinada con los servicios sociales regionales y formó parte de un protocolo de respuesta diseñado para emergencias excepcionales.
Temas relacionados
Dejá tu comentario