Las aerolíneas empiezan a prohibir grabar vídeos a bordo

Una pasajera graba un vídeo con su teléfono en un avión.

La aerolínea australiana de bandera, Qantas, anunció esta semana una nueva normativa que prohíbe a los viajeros grabar vídeos y tomar fotografías a bordo sin el debido permiso de la compañía. La medida está diseñada para salvaguardar la privacidad del personal y los pasajeros, según defiende la compañía en un comunicado.

Pero no es la primera aerolínea en aplicar este tipo de normas: Qantas se suma a Lufthansa, quien ya tiene entre sus normas la prohibición de grabar vídeos durante sus vuelos. Aseguran que es por el mismo motivo que Qantas: la seguridad. Sin embargo, organizaciones de consumidores ya están dando la voz de alarma: podrían ser una herramienta para que no se graben comportamientos abusivos de la compañía en contra de sus clientes.

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Avión de Qantas.

Qantas

Es el caso de las grabaciones publicadas en los últimos meses en redes sociales en las que se muestran a compañías aéreas impidiendo la entrada de pasajeros con determinados equipajes, obligando a pagar la facturación de la maleta o impidiendo el acceso al avión por “overbooking”.

Se puede grabar fuera del avión, pero no dentro.

Según la sección 12 de 'Conducta durante el vuelo', parte de las condiciones de entrada de la Qantas, los pasajeros ahora deben solicitar permiso antes de filmar o fotografiar al personal, contratistas u otros clientes del Grupo Qantas mientras se encuentren a bordo de un avión.

Aunque los viajeros conservan el derecho de capturar imágenes de las vistas desde la aeronave, se les requerirá obtener permiso si las fotos o vídeos incluyen a otros pasajeros. La política permite que los viajeros se tomen selfies sin restricciones, siempre y cuando no incluyan a otras personas sin su consentimiento.

Un portavoz de Qantas afirmó: "Sabemos que muchos de nuestros clientes desean documentar su viaje y nuestra política está diseñada para garantizar que puedan hacerlo de manera segura y respetuosa". Con esta medida, Qantas se suma a otras aerolíneas, como Lufthansa, Virgin Atlantic y varias aerolíneas estadounidenses, que han establecido políticas rigurosas sobre la captura de imágenes de su personal y otros pasajeros.