La cadena de hoteles Barceló cerrará 2023 con un notable crecimiento notable, impulsado por la recuperación del sector turístico. La compañía prevé un aumento del 20% en su beneficio bruto de explotación (EBITDA), superando por primera vez los 500 millones de euros.
Se trata de unas cifras récord derivadas principalmente a la evolución positiva de su negocio hotelero en Europa, donde los ingresos se incrementarán en un 20%, aunque las regiones de Asia y América también contribuirán, aunque en menor medida, con un crecimiento estimado del 10%.
Barceló ha consolidado su posición financiera gracias a su política de deuda cero y su capacidad para invertir. En 2024, la cadena destinará 400 millones de euros a la compra y renovación de nuevos hoteles, manteniendo esta estrategia de inversión en los próximos años. A pesar de su expansión, la compañía ha decidido centrarse en países donde ya tiene presencia y ve potencial de crecimiento a corto y medio plazo.
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La compañía ha anunciado la apertura de 20 nuevos hoteles en 2025, tras haber inaugurado nueve en 2023 en destinos como Tánger, Grecia, Roma y Cabo Verde. Esta expansión sigue la línea de crecimiento planificada, aunque Barceló ha descartado, por el momento, la opción de fusionarse con otras cadenas hoteleras.
Raúl González, consejero delegado de la división hotelera de Barceló, subrayó la importancia de mantener una estricta disciplina financiera y enfocarse en activos que ofrezcan altos rendimientos. Dentro de su estrategia de crecimiento, la cadena ha manifestado su interés en mercados como Marruecos, donde los precios de adquisición son más competitivos y las perspectivas son alentadoras.
Los pisos turísticos ilegales, una gran preocupación para Barceló
Además, González se ha mostrado orgulloso de estos resultados teniendo en cuenta el auge de los pisos turísticos, muchos de ellos ilegales: "La oferta hotelera ha crecido de forma moderada y el aumento en la oferta extrahotelera, en especial la ilegal, ha crecido a ritmos desorbitados del 10% al 15% anual”.
“Los últimos estudios apuntan a que hay 264.000 alojamientos ilegales frente a un parque de 800.000 viviendas. Si es cierto, el dato es espeluznante. ¿Quién controla ese desajuste?”, zanjó el directivo.
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