Controladores aéreos: convocadas más huelgas en marzo

Una de las torres de control en proceso de privatización en España.

USCA

Este mes de marzo estará marcado por algunos paros concretos en los aeropuertos españoles. Esa sería uno de los titulares que dejaría el anuncio de los sindicatos USCA y CCOO que representan a los controladores aéreos después de no haber llegado a un acuerdo con la asociación empresarial APCTA sobre mejoras salariales.

Una reunión en la que los sindicatos aseguran que no se produjeron avances en las negociaciones y que, por lo tanto, continuarán con la huelga de controladores aéreos. Unos paros que vienen sucediéndose en los últimos meses tras la decisión del Gobierno de privatizar la gestión de numerosas torres de control en toda España.

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Fechas, horarios y aeropuertos afectados por los paros en el mes de marzo. pic.twitter.com/d3PJzjvUVL
— USCA CONTROLADORES (@USCAnet) February 27, 2023

Los paros se producirán el próximo mes de marzo y tendrán lugar los días 7, 14, 21 y 29 de marzo en horario de 16 a 19 horas locales en los aeropuertos de A Coruña, Alicante-Elche, Castellón, Cuatro Vientos, El Hierro, Fuerteventura, Ibiza, Jerez, Lanzarote, La Palma, Lleida, Murcia, Sabadell, Sevilla, Valencia y Vigo.

Por tanto, se consideran que estarán afectados todos los vuelos con llegada o salida en esos aeropuertos durante la franja horaria señalada.

Las negociaciones, en punto muerto

Desde USCA y COOO aseguran que la actitud de las empresas encargadas de gestionar las torres de control demuestra “ir en contra de conseguir ningún tipo de acuerdo”. De hecho, los sindicatos recalcan que la patronal retiró de la mesa su propuesta inicial de mejora salarial, “empeorando aún más las condiciones de sus trabajadores”.

Los sindicatos aseguran que intentan llegar a acuerdos para evitar retrasos y cancelaciones a los pasajeros, ”sobre todo teniendo en cuenta el momento de recuperación de tráfico aéreo en que nos encontramos”. Eso sí, aseguran que esa consideración no hará que rebajen sus exigencias, porque actualmente las torres de control en España tienen “una plantilla fatigada y con recortes constantes de derechos".