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La Mesa del Turismo advierte: "Parece que seguiremos sufriendo costes altos en 2024"

El presidente de la Mesa, Juan Molas, y el secretario general, Carlos Abella, desvelan las tendencias que marcarán el paso de España en 2024: “Será muy parecido a 2023”.

España se mantendrá entre los tres países líderes en el sector turístico internacional, si no hay acontecimientos externos que perturben la buena tendencia registrada en 2023. Así lo desvela Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, principal asociación empresarial sin ánimo de lucro que busca contribuir al reconocimiento socio-económico del turismo.

Vale destacar que la Mesa es una organización a la que Ladevi pertenece desde el pasado mes de diciembre en calidad de entidad colaboradora.

Junto al secretario general de la asociación, Carlos Abella, Molas desvela cuáles han sido las claves de 2023 y las previsiones de 2024, al tiempo que detalla con extraordinaria precisión los eventos que han sido claves y que marcarán la hoja de ruta del sector en este año.

En términos generales, Molas asegura que 2023 ha sido “uno de los mejores años turísticos de la historia de España en todos sus subsectores”: “Si bien 2019 fue muy bueno, lo fue en el receptivo. En el caso de 2023 ha sido un año extraordinario para determinados subsectores turísticos: la hostelería, la hotelería, el emisor (que empezó el año flojo, pero se recuperó) y MICE”, añade.

Algunos sectores han sufrido reajustes en cuanto a sus balances y cuentas de explotación, dice Molas, debido a que los costes se han disparado, sobre todo en hostelería, porque las subidas en energía y materias primas, a su vez, se han incrementado: “Creemos, además, que no se ha incrementado el beneficio en la misma proporción que se ha aumentado la facturación y la ocupación”.

Por su parte, el presidente de la Mesa explica que el emisor fue muy bien hasta mayo, pero cuando se convocaron las elecciones, hubo un parón en la demanda: “Mucha gente tuvo que cambiar sus planes”.

Por otro lado, Abella destaca otra de las piedras en el camino de la prosperidad dentro del sector: la inflación. “El incremento de costes ha sido brutal, y no se ha trasladado a los precios finales. Por eso no guarda proporción la rentabilidad de las empresas con el incremento real de facturación. Podemos decir que 2023 tuvo muy buena demanda, pero la rentabilidad no solo se ha resentido, sino que venimos de años de pandemia con poca facturación y mucho endeudamiento. Por ello, esos créditos hay que devolverlos, mermando la rentabilidad empresarial”, subraya.

Y todo parece apuntar, dice Abella, a que seguiremos sufriendo costes muy elevados en 2024: “El sector tiene que ir poco a poco trasladando ese incremento de costes al cliente final. Pero sinceramente pensamos que durante 2024 tampoco se va a trasladar esa realidad, porque una de las cosas que el sector ha tenido claras desde que sufrimos la pandemia y esa situación tan delicada, es que lo más importante era recuperar la demanda”.

Otro factor importante a tener en cuenta dentro del sector, según Molas, está en el aumento de los tipos de interés: “Estábamos con un euribor al 1% como máximo, y ahora hemos llegado a más de 4%. Los costes financieros aumentaron y eso eleva los precios, lógicamente”.

“Y también ha habido un factor extra: a partir de junio algunos medios de comunicación empezaron a informar de las vacaciones de verano desde un punto de vista negativo por el incremento de precios del transporte, de las tarifas de hoteles, etc. No tuvieron en cuenta el incremento de costes, que ha sido del 9%, de media, dentro del sector”, añade el presidente de la Mesa del Turismo.

Asimismo, ahonda en que la temporada de verano en las zonas turísticas como la costa del Sol, la costa levantina, catalana, etc., el pasado mes de septiembre “ha sido igual o mejor que junio”, con un octubre muy parecido al mes de septiembre, teniendo en cuenta que la climatología ha beneficiado mucho al turismo de sol y playa.

“Ese tipo de turismo ha creado una nueva visión de una alternativa turística al sol y playa hacia zonas como Cantabria, Galicia o Asturias con temporadas de verano muy buenas. No apreciamos un traspaso de turistas del sur al norte, pero las temporadas de verano que ya no son de tres meses, sino de casi cinco meses, han elevado la clientela del norte, ya que las temperaturas han sido mucho más agradables”, resalta.

Mercados emisores

En cuanto a quién nos visita más y mejor, la Mesa del Turismo detecta varias novedades: ha habido una serie de mercados emisores muy buenos, como el mercado británico, siempre fiel a España y que sigue liderando, seguido del alemán. Pero este último tuvo una cierta contención en 2023, según Molas, porque se les disparó la inflación: “El viajero alemán es un tipo de cliente muy cauto, que reserva cuando tiene la seguridad de que se puede ir de vacaciones y de que las puede pagar. Y su comportamiento no ha tenido el mismo volumen de años anteriores”.

“Ha habido también una muy importante presencia de turismo francés. Probablemente la mejor de la historia en este 2023. Somos vecinos, los tenemos al lado. Y han descubierto nuevos destinos en España: el turista francés tenía mucha presencia en Francia, en la zona de la costa Brava, y ahora ha descubierto el Levante, la costa del Sol, etc.”, añade el presidente de la asociación.

También explican desde la Mesa que ha habido un incremento porcentual “muy importante” de los mercados suizos, portugueses y norteamericanos (sobre todo de Estados Unidos y Canadá), que están “creciendo de forma exponencial en todos los meses del año”.

La Mesa pronostica pocos cambios para 2024

En cuanto a las previsiones para 2024, Molas confiesa que no cree que haya muchos cambios: “Será muy parecido a 2023 en términos de demanda. Además, el incremento del gasto del turista internacional se mantendrá en línea con el año pasado. El nacional también, porque los precios se han incrementado por lo ya mencionado, por lo que serán los precios que serán”.

“Creemos que la demanda de los europeos se va a mantener. Lo vemos en Fitur, donde están todos los agentes turísticos internacionales. (…) Pero hemos de ser cautos también. Muchas veces escuchamos que tenemos que cambiar el modelo turístico hacia “la calidad”. Y lo primero que tenemos que hacer es definir qué es un turismo de calidad. Para nosotros, turismo de calidad es aquel que es fiel, constante y que valora la relación calidad-precio”, reflexiona.

Y buena prueba de estas tendencias es el hecho de que las compañías aéreas están reservando los slots para este 2024 al mismo ritmo que en 2023, con lo cual están incrementando, tanto los grandes turoperadores como las compañías privadas comerciales, el número de vuelos, según Molas.

“Son buenas previsiones, aunque hay que recalcar que el turismo es muy sensible y algún acontecimiento puede desvariar estas previsiones. Y es algo que nos preocupa, sobre todo por todo lo que tiene que ver con la situación geopolítica, así como la política española, que no ofrece la estabilidad conveniente. No le afecta a un inglés que venga a España si Puigdemont está fugado de la Justicia, pero siempre que no vaya más allá, en el sentido de que hay una percepción política que creemos que no es la más conveniente, sin entrar en colores ni tendencias”, advierte.

Unas tendencias que se completan con una buena respuesta del MICE, que también cuenta con muy buenas previsiones, porque es “una demanda a medio plazo, por lo que tienen contratados ya muchos servicios”.

“España, si no es el número 1 en competitividad turística, se moverá entre los tres países líderes a nivel mundial. Aunque hemos de mejorar en muchas cosas, sobre todo en temas de comunicación, política, sostenibilidad (sobre todo por los recursos hídricos), etc.”, reflexiona Molas.

En cuanto a la parte más política del sector, y al nombramiento de Jordi Hereu como nuevo ministro de Industria y Turismo, el presidente de la Mesa le lanza un mensaje cordial de bienvenida y algunas tareas pendientes que debería abordar: “Estamos esperanzados con el nombramiento de Jordi Hereu. Y satisfechos. Es una persona que conoce el mundo turístico, que fue muy activo dentro del turismo de Barcelona, y creemos que puede ser un buen ministro”.

“Una de las tareas más importantes a las que se enfrenta es la de lograr tener influencia dentro del Consejo de Ministros, cosa que no tenían los anteriores ministros, sobre todo la anterior ministra (Reyes Maroto). (…) Por otro lado, debe disponer de medios económicos suficientes y que influya al máximo en la colaboración público-privada dentro del turismo, algo que resulta imprescindible para el funcionamiento del sector. Y a todo ello, pedirle que las últimas partidas que tienen que llegar de los fondos Next-Generation de la Unión Europea se apliquen con criterio y que se nos escuche. Porque hasta la fecha no se nos ha escuchado correctamente. Si hace estos deberes, ya nos daríamos por satisfechos”, desvela.

Por último, el presidente de la Mesa lanza una idea al profesional del turismo español: “Querría transmitir un mensaje de máxima unidad sectorial. Es muy importante. La Mesa del Turismo trabaja en este sentido y estamos orgullosos de la labor que venimos realizando los actores de la Mesa, especialmente en la participación conjunta de los subsectores en cuanto a la investigación y desarrollo para que España siga mejorando. Y también valorar las cosas que hemos hecho bien, teniendo empatía: el sector privado ha sido muy valiente y ha aguantado muy bien la pandemia. Y creo que hemos sido un ejemplo”.

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