Por segundo fin de semana consecutivo, la isla de Mallorca vivió una nueva jornada de protestas y manifestaciones en contra del turismo de masas. Según la policía, más de 20.000 personas se reunieron en la capital de Baleares en una manifestación organizada por la plataforma "Menys Turisme, Més Vida", con el apoyo de más de 111 entidades del archipiélago.
Así fue la segunda manifestación contra el turismo de masas en Mallorca
Según las autoridades, unas 20.000 personas acudieron a la última manifestación contra el turismo de masas en Mallorca.
Bajo el lema "Canviem el rumb. Posem límits al turisme", la marcha ha recorrido las principales calles del centro de la ciudad, expresando el descontento de los residentes ante los "efectos negativos del turismo descontrolado", tales como la masificación de espacios públicos, el aumento de los precios de la vivienda, la "precariedad laboral y el deterioro ambiental".
Una manifestación que, una vez más, contó con pintadas en edificios con mensajes de turismofobia y gritos a turistas que recorrían las calles de la ciudad.
El movimiento "Canviem el rumb" surgió hace apenas dos meses y ha logrado reunir a miles de personas en las cuatro islas, según su portavoz, Pere Joan Femenia. La plataforma incluye a diversos sectores sociales, como ecologistas, activistas sociales y trabajadores del turismo, y busca medidas concretas de las autoridades para regular la industria turística.
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Y todos ellos, según explican, no están en contra del turismo, sino en contra de “la masificación”. Sin embargo, como exigen la limitación de la entrada de cruceros y aviones, la reducción del número de plazas turísticas o el control sobre la compraventa de inmuebles a no residentes, cumplen con todas las características para ser un movimiento relacionado con la turismofobia, según las principales entidades turísticas del archipiélago.
Parte del turismo apoyó la manifestación en el centro de Palma de Mallorca
La manifestación también contó con la participación de numerosos trabajadores del sector turístico, quienes denunciaron las "condiciones laborales precarias" y la dificultad para acceder a una vivienda digna debido al alto coste de los alquileres.
Sara del Mar García, presidenta de las Kellys Islas Baleares, señaló al diario “Última Hora” que "hay un 21% de la población en riesgo de pobreza y falta mano de obra en nuestro sector. Algo falla". García pidió medidas para asegurar una distribución más equitativa de la riqueza generada por el turismo y solicitó la intervención del Govern para regular los precios de alquiler.
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