El turismo sostenible no existe: un experto explica por qué

Arturo Crosby, asesor de destinos regenerativos y sostenibles, durante su presentación en el evento de sostenibilidad de Atout France.

Ladevi

Por Borja Cameselle

Esta semana, la agencia de promoción turística de Francia en España Atout France, organizó en el Instituto Francés en Madrid una jornada para promocionar el turismo sostenible. Un tipo de turismo con el que el país se está volcando, a menos de un año de que sea el organizador de los Juegos Olímpicos de 2024. Y en ese evento, Arturo Crosby, asesor de destinos regenerativos y sostenibles, dio las claves de lo que será la nueva tendencia sostenible en el sector.

Y lo hizo en una presentación de lo más polémica, que no pudo arrancar de una forma más chocante: “Yo creo que el turismo sostenible no existe”, espetó el experto nada más empezar. "Lo digo porque ni se compra ni se vende. Es una palabra de moda sin traducción real al consumidor final. Lo que hay es un modelo de desarrollo turístico sostenible, que es muy diferente. El producto como tal no existe, porque nadie lo vende”.

El experto defiende que se confunde el término “ecológico” con “respetuoso con el medio ambiente”. Plantar de forma masiva verduras no es ecológico, dice, aunque no se usen pesticidas, porque lo ecológico (que respeta los ciclos de la naturaleza), es dejar crecer sin que intervenga el humano. “Se cambió la terminología por “eco” o “sostenible” por simple marketing. Vende más, punto”.

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Por ello, Crosby apuesta por potenciar el desarrollo turístico sostenible “de verdad”. Aquel turismo que tiene un plan para reducir al máximo su huella, partiendo de la base de que "siempre dejará marca en el planeta".

Con esa sostenibilidad “real”, en un futuro, el experto asegura que se puede competir de tú a tú con el actual modelo: “En el momento en el que el precio del mercado verde se equipare con el mercado convencional, lo relegará a un segundo plano. Estamos en una etapa de competencia”.

“Las tendencias que calculo reflejan que en 10 años se implantará el turismo de naturaleza, porque se ha demostrado durante la pandemia que poner en peligro a la naturaleza por la masificación sin ponerle cotas hará que nos quedemos sin recursos. Los turistas le dan más importancia a esto de lo que pensamos”, advierte el experto.

El turista busca la sostenibilidad porque también busca el bienestar

Por otro lado, la otra tendencia es el bienestar, según Crosby: “El turismo de bienestar no es un spa, es mucho más. Salud mental y física. Y eso se busca el turista actual en los destinos. Paz mental, desconexión, etc. Este 2023 hemos conocido que el 56% de las tendencias de viajes son “detox”. Los turistas viajan para mejorar el estado de ánimo”.

En España el turismo de naturaleza ya es el 23% del mercado total. Con el final de la pandemia recuerda que mucha gente (el 95% de los expertos) decía que después de la pandemia iba a desaparecer el turismo de sol y playa. Pero algunos raros dijimos que todo lo contrario: que iba a aumentar y que el turismo rural iba a experimentar un retroceso, con aumentos de masificaciones. Y acertamos.

“Tenemos que potenciar el modelo de gestión. Por ejemplo, uno de los destinos más sostenibles en España es el que tiene la imagen de que tiene más masificación: Benidorm. Turismo de sol y playa que funciona porque es sostenible, porque está organizado, con gestión eficiente de los recursos para el turismo y con unas herramientas para conseguir rentabilidad”, explica.

Una charla que finalizó con una reflexión: “El 49% de los consumidores menos de 34 años han dejado de comprar productos de marcas que considera que no son sostenibles. (…) La sostenibilidad ha pegado un pelotazo en el sector porque hay exigencias y expectativas de la demanda turística, que exigen destinos sostenibles. Y el que no lo pueda demostrar, tiene un handicap muy grande. Además, existe una competitividad empresarial muy grande. La sostenibilidad llega a ser un elemento más diferenciado, como el precio”.