Las redes sociales han sido testigos este verano del auge de la turismofobia en Galicia. Esta región, que en los últimos años ha experimentado un aumento importante en el número de reservar de hoteles y paquetes turísticos (de entorno a un 20% más, según datos de la Xunta), vive por primera vez el auge de movimientos en contra del turismo en zonas costeras.
Turismofobia: la surrealista protesta en Galicia para espantar al turismo
Los vecinos de una zona del sur de Galicia se unen a la turismofobia usando una curiosa técnica contra los “visitantes incívicos”: “No hago nada ilegal”.
Primero fue el movimiento “anti-fodechinchos”, o lo que es lo mismo, una repulsa de parte de la población rural a las llegadas masivas de turistas del interior de España que, en ocasiones, se comportan de manera altiva y desconsiderada. Sobre todo, con los negocios hosteleros y hoteleros.
Y ahora, los vecinos de la península del Morrazo (una zona costera situada en Pontevedra, a unos 20 minutos de Vigo, caracterizada por playas de aguas cristalinas y arena paradisíaca) han decidido redoblar sus protestas relacionadas con la turismofobia cortando el tráfico en pleno mes de agosto.
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Pero lo han hecho de una forma curiosa: cruzando por pasos de cebra. Una y otra vez. Sin pausa y de lado a lado. Lo hacen en las horas centrales del día, coincidiendo con la llegada de turistas, y a última hora de la tarde, justo cuando los visitantes abandonan las playas. El objetivo: generar atascos y enfado entre los turistas.
El motivo de las protestas: la llegada "descontrolada" de visitantes "dificulta el día a día" de los vecinos
Según las asociaciones vecinales del entorno, se trata de una protesta “pacífica” contra las personas “de fuera” que aparcan mal en los accesos a las playas, ocupando calles de sentido único que "dificultan el día a día de los vecinos”.
“No estoy haciendo nada ilegal”, explica una de las vecinas a la TVG: “Aparcan sus coches en la entrada de mi casa (…) y no puedo entrar. (…) Nadie gestiona nada, ni el ayuntamiento controla los aparcamientos. Hemos llegado al límite”.
Sin embargo, la Guardia Civil ha tenido que intervenir ya en varias ocasiones durante los últimos días porque esta protesta estaba ocasionando retenciones de hasta 45 minutos en los viales de esta zona gallega. Eso sí, sin multas ni sanciones.
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