En el marco de las jornadas de competitividad turística organizadas por la CEOE este viernes 25 de abril en Madrid, representantes de los principales sindicatos y de la patronal de hostelería debatieron sobre los principales retos que enfrenta la hostelería y el turismo en España.
Turismo: patronal y sindicatos chocan por el absentismo y la reducción de jornada
Hostelería de España y los principales sindicatos discrepan sobre la reducción de jornada laboral a 37,5 horas: “En el turismo queremos trabajar cuatro días”.
Camarero en un bar de Andalucía.
El encuentro reunió a Omar Rodríguez (UGT), Ramón González (CC.OO.) y José Luis Álvarez Almeida (Hostelería de España), quienes abordaron cuestiones como la reducción de la jornada laboral, el absentismo y el papel de la negociación colectiva.
Sindicatos y patronal coinciden en el gran valor que aportan los trabajadores al turismo español
Rodríguez, secretario federal de UGT para el sector, defendió con firmeza la necesidad de reforzar el diálogo social. “Está medio muerto y si no lo recuperamos, no podemos quejarnos de que otros, como el legislador, se entrometan”, señaló. Para el dirigente sindical, uno de los grandes desafíos pasa por revalorizar el trabajo en turismo: “Tenemos que hacerles sentir a los profesionales lo buenos que son, reconocer su talento. El camarero no solo pone una servilleta, tiene habilidades complejísimas”.
En esa línea, Ramón González (CC.OO.) recordó que el turismo no es un sector marginal, sino estructural. “El discurso de que el turismo es un complemento del país es anacrónico”, apuntó, al tiempo que defendió que el sector “es una puerta de empleabilidad para quienes no tienen cualificación ” y criticó la visión negativa hacia los turistas: “Todos aspiramos a serlo alguna vez, así que la turismofobia no tiene sentido”.
Desde la patronal, José Almeida subrayó que “no hay que dignificar el sector, hay que creernos que somos los mejores, porque lo somos”, aunque reconoció que hay que seguir mejorando en aspectos como la carrera profesional y la cualificación. “A nuestros trabajadores tenemos que pagarles más”, dijo, abogando por más formación y mejores condiciones, pero desde la negociación sectorial.
La reducción de jornada laboral en el turismo, motivo de "encontronazo" entre los agentes sociales
Uno de los puntos de mayor fricción fue la propuesta de reducir la jornada laboral. UGT insistió en la viabilidad de trabajar 32 horas semanales repartidas en cuatro días. “Los trabajadores quieren disfrutar de su familia, de tiempo libre. O como conscientes de que hay que llevar eso a las empresas, o se irán del sector. En UGT llevamos reclamando 32 horas semanales, es decir, cuatro días semanales. Y lo sostenemos. ¿De verdad se acaba el mundo si los restaurante se cierran a las 12 de la noche en lugar de a la 1 de la madrugada?”, preguntó Rodríguez.
Almeida, en cambio, fue tajante: “Es una cuestión cultural, aquí la gente quiere estar en el bar hasta las 2. Me encantaría trabajar cuatro días, pero discutámoslo en la mesa, no que lo imponga el Gobierno”.
El absentismo, caballo de batalla del turismo en 2025: ¿es momento de dejar de llamarlo así?
En cuanto al absentismo, los tres coincidieron en la necesidad de desdramatizar el fenómeno. Almeida rechazó el término y pidió hablar de “bajas temporales”. “Ningún trabajador está de baja por gusto. El problema es que el sistema de incapacidad temporal debe mejorarse, porque la Seguridad Social asume el coste”, indicó. Rodríguez, por su parte, advirtió que “más de la mitad de las bajas se deben a problemas de salud mental”, y reclamó que se aborden estas causas en las negociaciones.
González quiso quitar hierro a la reducción de jornada y defendió que “hay margen de mejora”, mientras que lamentó la falta de previsibilidad en el sector: “A los trabajadores les falta seguridad. Sin estabilidad no hay compromiso”.
En materia de formación, todos coincidieron en su importancia para mejorar la productividad y facilitar carreras profesionales sostenibles. Almeida apostó por una formación dual “que permita tener trabajadores eficientes y mejor pagados”. Rodríguez también reclamó apostar por el desarrollo profesional: “Tenemos que romper con la idea de que este es un sector de paso”.
Finalmente, los tres intervinientes coincidieron en que el turismo debe ocupar un papel central en la agenda política, aunque desde perspectivas distintas. Mientras los sindicatos reclamaron una mayor implicación institucional en la mejora de las condiciones laborales, Almeida insistió en que “las negociaciones deben quedar en manos de sindicatos y patronal”.
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