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El SAF en España ante un momento paradigmático

El SAF en España atraviesa un momento muy especial, con grandes oportunidades pero también notorios desafíos

La decisión autoimpuesta por las aerolíneas, al menos por la mayoría de ellas enroladas en la IATA, de descarbonizar a la aviación comercial para 2050, generó una oportunidad de negocios monumental para el desarrollo de los Combustibles Sustentables de Aviación (SAF, por sus siglas en inglés).

Así lo reconoce el Grupo de Trabajo sobre el SAF de la AST, Alianza para la Sostenibilidad en el Transporte Aéreo. Y en ese contexto global, España misma tiene una gran ventana de oportunidad. Sobre todo, a partir del proceso sostenido de diversificación de las materias primas.

SAF: Un repaso rápido

Los primeros SAF derivaban de vegetales. Se trataba de especies que debían cumplir al menos un requisito: no competir en el terreno con los vegetales destinados a la alimentación. Ese fue el momento de la jatrofa, por ejemplo.

Sin embargo, la propuesta avanzó y se refinó a la posibilidad de desarrollar SAF a partir de material de descarte biológico de las producciones agrícolas o de otros orígenes, como por ejemplo el aceite de cocina reutilizado, para hacer la producción más sostenible aún.

En simultáneo, se exploran otros caminos a la descarbonización, como por ejemplo el cambio de los sistemas de propulsión a motores eléctricos, híbridos o a hidrógeno.

Sin embargo, el SAF sigue siendo la “solución” más práctica: no requiere ninguna modificación o cambio en los aviones, y se puede manipular y transportar con las mismas herramientas y elementos que el combustible fósil que se ha utilizado desde los comienzos mismos de la aviación. Eso explica porqué, tal y como la propia AST reconoce, el uso del SAF representará el 61% de todos los esfuerzos y estrategias para descarbonizar, hacia 2050.

Ahora bien, no todo son rosas. Hoy se produce a nivel global muy poco SAF con relación a la demanda de la industria y, de hecho, todo lo producido para los próximos dos o tres años ya se encuentra vendido.

Los retos para España

En tal sentido y tomando en consideración la meta del 2050, resulta fundamental acelerar la producción. “Es importante desarrollar mecanismos e incentivos adicionales a los comunes a nivel internacional y europeo para fomentar la producción en España, así como reducir el diferencial del coste del SAF frente al combustible convencional”, señala AST en su reporte periódico. Cabe señalar que este último elemento, el del precio, seguramente está vinculado a la situación de mercado: muchísima demanda y muy poca oferta.

Sin embargo, las inversiones en la producción de SAF no lo son todo, “la regulación debe establecer un marco estable, duradero”.

Como analizábamos, la diversidad de materias primas hoy se ha desarrollado, sin embargo, desde la perspectiva normativa y legal, los materiales que son y no son elegibles, aún responden a una lista limitada. “Las limitaciones en el uso de las materias primas elegibles para la producción de SAF deben atender únicamente a criterios de sostenibilidad dando flexibilidad a la utilización de otras materias”, afirma AST.

España ante la descarbonización

Para que España pueda posicionarse como líder en la producción de SAF no sólo a corto sino a medio y largo plazo, es crucial implementar programas de ayuda destinados a facilitar la construcción y operación de las primeras plantas de producción”, señala la alianza. El grupo destaca, además, que países como Dinamarca, Reino Unido y Estados Unidos han avanzado en la implementación de mecanismos propios para incentivar la producción de SAF.

Vale remarcar lo central que es, para el futuro de España, el proceso de descarbonización. Y es que más allá de compromisos o posturas solo marketineras, en 2024, € 207.763 millones del PIB fueron aportados por el sector turístico (13,1% del total) y más del 80% de los turistas que llegan al país lo hacen por vía aérea.

Y por si fuera poco, el desarrollo de la producción de SAF en España podría impactar en un 13% en el PIB, alcanzando los € 13.305 millones. Un 62% de ese monto provendría directamente de la construcción de plantas de producción de SAF. Y a esto se suma la creación de 19.703 de puestos de trabajo que podrían crecer hasta los 251.340.

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