El sector hostelero (HORECA) español ha cerrado el verano con resultados más moderados de lo previsto, a pesar del aumento del turismo internacional y la extensión de la temporada alta. Un informe reciente de la Confederación Española de Hostelería revela que el 57,7% de los establecimientos registraron una disminución en sus ingresos durante los meses de julio y agosto en comparación con el año anterior.
Preocupación en el sector HORECA: menos ingresos que en 2023
La patronal de hostelería (HORECA) de España asegura que el 60% de los negocios han ingresado menos este verano que en 2023.
Varios factores explican este comportamiento del sector. En primer lugar, la desestacionalización del turismo ha hecho que la temporada alta se extienda más allá de los tradicionales meses de verano, abarcando de junio a octubre. Esta situación ha reducido el impacto concentrado en julio y agosto.
Además, la subida generalizada de los precios, especialmente en transporte y alojamiento, ha afectado el poder adquisitivo de los consumidores, quienes han destinado una mayor parte de su presupuesto a estos gastos, en detrimento del ocio y la restauración.
Otro factor relevante ha sido el aumento de los viajes al extranjero por parte de los españoles, atraídos por mejores precios y la oportunidad de disfrutar de destinos más exóticos. Esta tendencia ha reducido el consumo interno, afectando a los establecimientos hosteleros del país.
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Las condiciones climáticas adversas también han influido en los resultados. Las lluvias y el frío registrados en algunas zonas durante julio, seguidos por las intensas olas de calor en agosto, han impactado negativamente en la actividad de los locales, especialmente en las regiones del norte y centro de España.
La hostelería de Galicia y Canarias resisten
A pesar de los retos, el sector ha demostrado resiliencia. El crecimiento del turismo internacional ha compensado parcialmente la caída de la demanda nacional, y algunas zonas costeras, así como regiones como Galicia y Canarias, han experimentado un incremento en sus ingresos.
Sin embargo, la incertidumbre persiste debido a factores como la inflación, la crisis energética y el conflicto en Ucrania y Palestina, que podrían seguir afectando al consumo y la inversión.
Ante este panorama, los hosteleros españoles solicitan medidas que mejoren su competitividad. Entre las principales demandas destacan la reducción de la burocracia, la simplificación fiscal y el fomento de la formación y la digitalización del sector, que consideran clave para afrontar los desafíos futuros.
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