Un golpe más para Renfe y sus intenciones de expansión internacional: el Gobierno de Francia ha adjudicado provisionalmente a la operadora estatal SNCF la concesión de las rutas Nantes-Burdeos y Nantes-Lyon hasta 2036, dejando fuera tanto a la empresa española como al grupo privado Le Train.
Un AVE de Renfe delante de un tren de Ouigo en Madrid.
El contrato, que entrará en vigor en diciembre de 2026, contempla la operación, mantenimiento, atención al cliente y estrategia comercial de estas líneas, además de la construcción de un nuevo taller de mantenimiento en Nantes en 2030.
Christophe Fanichet, CEO de SNCF Viajeros, destacó la importancia de esta adjudicación, que le permite a la compañía mantener su liderazgo en el sistema de Trenes de Equilibrio del Territorio (TET), una red de servicios interurbanos subvencionada por el Estado francés para "garantizar su accesibilidad y calidad".
La pérdida de este contrato es un golpe importante para Renfe: actualmente, la línea Nantes-Lyon mueve alrededor de 620.000 pasajeros al año con dos frecuencias diarias de ida y vuelta, mientras que la ruta Nantes-Burdeos alcanza los 400.000 viajeros anuales. La liberalización de estos corredores se enmarca en un proceso más amplio por el cual el Gobierno francés prevé abrir a la competencia todos los servicios TET antes de 2030.
Renfe no tira la toalla: seguirá presentándose a licitaciones internacionales
Pese a este revés, Renfe mantiene su interés en el mercado galo y asegura que seguirá presentando ofertas en futuras licitaciones. La operadora española considera que la apertura del sector ferroviario debe darse en igualdad de condiciones para permitir la entrada de nuevos actores y mejorar la calidad del servicio.
En esta línea, la compañía destaca su experiencia en otros mercados europeos, como el de Italia, donde recientemente ha participado en procesos de liberalización ferroviaria.
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