El sector turístico de Baleares se enfrenta a un escenario de alta tensión laboral en pleno arranque del verano. Los sindicatos CCOO y UGT han convocado una huelga que afectará al conjunto del sector de la hostelería, una medida que implicaría a más de 180.000 trabajadores y que se desarrollará en varias jornadas a lo largo de julio: los días 10, 18, 19, 25 y 31. El conflicto, latente desde hace meses, estalló tras el fracaso de las negociaciones del nuevo convenio colectivo.
Baleares sufrirá una huelga hostelera en plena temporada alta turística
Los principales sindicatos convocan una huelga en julio en la hostelería de Baleares; la patronal ofrece subidas salariales de hasta el 11%.
Camarero en un hotel de Mallorca
En el centro de la disputa se sitúa la cuestión salarial. Los sindicatos exigen una subida de entre el 15% y el 16% repartida en tres años, mientras que la patronal, que representa tanto al sector hotelero como a la restauración y el ocio nocturno, plantea un incremento máximo del 11%. Las organizaciones empresariales argumentan que los sueldos ya han sido revisados al alza en años anteriores y que el nuevo ajuste propuesto es razonable dadas las condiciones económicas actuales.
¿Cuáles son los otros "escollos" que lastran el acuerdo en la hostelería de Baleares?
Sin embargo, la discusión va más allá de las cifras. CCOO y UGT acusan a la parte empresarial de intentar limitar derechos ya consolidados, como los dos días de descanso semanal o los complementos por incapacidad temporal, además de no avanzar en cuestiones como la salud laboral, la formación o la conciliación. Para los sindicatos, el conflicto responde a una ofensiva contra la dignificación del empleo en un sector que consideran clave para la economía balear y que cada vez exige más profesionales. (¿Cuáles son los tres perfiles ejecutivos mas solicitados en turismo y hostelería?)
El desencuentro se hizo irreversible tras la sexta reunión de la Comisión Negociadora, celebrada esta semana, en la que UGT decidió abandonar la mesa al constatar la falta de avances. Desde la patronal, la reacción ha sido crítica, al considerar que los sindicatos han adoptado una posición inflexible que ha dificultado el diálogo desde el inicio del proceso.
El gobierno de Baleares propone mediar en un conflicto que considera "peligroso" por el impacto turístico que podría tener
La respuesta institucional no se ha hecho esperar. El Govern balear ha expresado su inquietud ante el posible impacto económico y reputacional que puede derivarse de la huelga. El portavoz del Ejecutivo autonómico, Antoni Costa, ha considerado el conflicto como "peligroso" para los intereses de toda la región ante el auge de la demanda prevista para esta temporada estival. (La presidenta de Baleares cree que "no se pueden seguir acumulando récords de visitantes").
Además, ha instado a ambas partes a retomar el diálogo y ha ofrecido la mediación del Govern, aunque ha recordado que la solución al conflicto debe salir de la negociación directa entre empresarios y representantes laborales. Además, ha instado a resolver el conflicto lo antes posible "ante la gran demanda.
. Desde el empresariado, se advierte de las consecuencias que podría tener la paralización parcial del sector en plena temporada alta, mientras que las centrales sindicales defienden la protesta como un recurso necesario ante lo que consideran un bloqueo injustificable en la negociación colectiva.
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