La irrupción de nuevos operadores en el sector del tren en España, como Iryo y Ouigo, ha hundido los beneficios registrados por Renfe: la facturación de la empresa pública ha caído un 40% en algunos de sus principales corredores.
La competencia de Iryo y Ouigo hunde los ingresos de Renfe
La llegada de competencia al sector del tren en España, con Iryo y Ouigo a la cabeza, reduce los beneficios de Renfe un 40%.
Así lo revela un informe reciente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que atribuye esta disminución en los ingresos de Renfe al aumento de la competencia y la consecuente reducción de los precios de los billetes, especialmente en rutas clave como Madrid-Barcelona y Madrid-Valencia.
El estudio detalla que el ingreso medio por pasajero y kilómetro en estos trayectos ha experimentado una caída cercana al 40%, mientras que los pagos a Adif por el uso de la infraestructura ferroviaria (cánones por viajero.km) han permanecido prácticamente inalterados.
Esta situación ha llevado a Renfe a registrar pérdidas financieras durante 2023, según lo confirmó Raül Blanco, máximo responsable de la compañía, quien vinculó los resultados a la creciente competencia en el mercado ferroviario.
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A pesar de mantener su posición dominante en los corredores Madrid-Barcelona y Madrid-Valencia, Renfe ha visto una disminución en su cuota de mercado. En la ruta Madrid-Barcelona, la empresa estatal concentra el 58% del mercado, mientras que sus competidores, Iryo y Ouigo, se reparten el 42% restante. En el corredor Madrid-Valencia, el retroceso ha sido más acentuado, pasando del 73% de cuota en 2022 al 52,4% en 2023.
Renfe debe adaptarse a la competencia, según los datos de la CNMC
Aunque la competencia ha derivado en una mayor oferta de servicios y precios más competitivos, beneficiando a los consumidores, ha desafiado el modelo de negocio de Renfe, que durante décadas operó como el único proveedor de transporte ferroviario en España.
Con una previsión de que la competencia continúe intensificándose en los próximos años, la compañía ferroviaria se enfrenta al reto de encontrar nuevas estrategias que le permitan adaptarse y mantener su posición en el sector. No le queda otra: renovarse y adaptarse o, ¿morir?.
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