Los destinos turísticos del norte de España están viviendo un notable auge, mientras que los del sur experimentan un descenso en la demanda. Esta marcada tendencia, que se ha consolidado en los últimos años, encuentra su raíz en dos factores principales: la pandemia y el cambio climático.
Parador de Santiago de Compostela.
Las plataformas online de reservas como Airbnb, Booking, Tripadvisor o Expedia han sido testigos privilegiados de este cambio de paradigma: según datos de Eurostat, las reservas en el noroeste peninsular a través de estas plataformas se han incrementado en un 67,7% hasta el tercer trimestre de 2023 en comparación con el mismo período de 2019. En contraste, el este de la península, abarcando Cataluña, Valencia y las Islas Baleares, ha experimentado un modesto crecimiento del 7,6% en las reservas.
Galicia, Asturias y Cantabria han sido las regiones más beneficiadas por esta transición. En conjunto, estas tres comunidades han acumulado casi tres millones de pernoctaciones entre 2019 y 2023, cifra equivalente a la registrada en Cataluña, Valencia y las Islas Baleares.
El cambio en el comportamiento del turista constituye otro factor determinante. Beatriz Oficialdegui, portavoz de Destinia, señala que antes era común que los turistas pasaran "15 días de vacaciones en la costa mediterránea disfrutando del buen tiempo". No obstante, en la actualidad, las vacaciones se han vuelto más fragmentadas, con los turistas dividiendo su tiempo entre diversos destinos.
El calor por la crisis climática, factor clave de este cambio de tendencia
El calor extremo y la búsqueda de climas más templados son dos de las principales motivaciones que llevan a los turistas a optar por el norte de España. Pilar Crespo, directora de Booking en España y Portugal, asegura que siete de cada diez españoles buscan destinos con un clima más ameno durante sus vacaciones. Además, un 50% admite que el cambio climático está influyendo en sus decisiones de viaje, tal y como recoge La Información.
El perfil del turista que elige el norte de España se caracteriza por buscar "temperaturas agradables" y "escapar del bullicio de los destinos más tradicionales", según Crespo. Este tipo de turista suele mostrar interés en actividades al aire libre, la gastronomía y la cultura.
El florecimiento del turismo en el norte de España tiene un impacto positivo en la economía local. Además de crear empleo en el sector turístico, también contribuye a diversificar la economía de estas regiones.
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