Iryo empezó a operar sus trenes de alta velocidad en España a finales de 2022. Dos años después, la operadora sigue siendo líder entre sus competidores privados cerrando su primer año completo de actividad con un notable crecimiento en términos de ingresos y pasajeros transportados.
Iryo terminó 2023 con un aumento importante de pasajeros
La ocupación media en cada tren de Iryo sigue subiendo desde su llegada a España, pese a los costes que la empresa sufre por las tasas de Adif.
En concreto, durante 2023, Iryo ingresó 212 millones de euros, una cifra 40 veces superior a la obtenida en 2022, impulsada por el transporte de 6 millones de pasajeros, lo que le ha permitido alcanzar una cuota de mercado del 24% en el segmento de alta velocidad. Todo ello en un año y con una importante campaña de promoción para trasladar al viajero el tipo de producto que ofrecen.
Y todo ello, a pesar de que el proyecto todavía está arrancando: la propia compañía había confesado a finales de 2023 que no esperaban beneficios a corto plazo, pero la tendencia parece ser mejor de la esperada.
Dentro de los problemas que ahora mismo tiene encima de la mesa Iryo, destaca el coste de la infraestructura ferroviaria, que supone el 51% de los gastos totales de la empresa. Es decir, las tasas que Iryo debe aportar a Adif (la administradora de la red ferroviaria) suponen más de la mitad del gasto de la empresa en estos momentos.
A ello se le suma el aumento de la plantilla, que ha pasado de 169 a 522 empleados, puesto que el objetivo de Iryo, según confirman a Ladevi, es el de seguir expandiéndose por España: “No tenemos un proyecto a corto plazo”.
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Las pérdidas reveladas por Iryo y publicadas por Europa Press ascienden a 79 millones de euros, frente a los 25 millones registrados en el ejercicio anterior, aunque en ese periodo solo operó durante unas pocas semanas.
La empresa atribuye estas pérdidas a la fase inicial de implantación, que ha requerido una fuerte inversión en la adquisición de trenes, la contratación de personal y el despliegue de su red comercial. A pesar de estos desafíos, Iryo confía en que estas inversiones se traducirán en una mejora progresiva de sus resultados financieros a largo plazo.
¿Qué medidas aplicará Iryo para reducir las pérdidas y avanzar más rápido hacia los beneficios?
Para hacer frente a las pérdidas, los accionistas de Iryo han acordado una ampliación de capital de 44,7 millones de euros, además de comprometer una aportación adicional de 34,2 millones. Los inversores también se han mostrado dispuestos a proporcionar más apoyo financiero en caso de ser necesario, con el fin de asegurar la viabilidad del proyecto.
La situación de Iryo no es única en el sector. Su principal competidor, Ouigo, también ha reportado pérdidas en su primer año de operaciones en España, reflejando el elevado coste que implica la entrada y consolidación en el mercado ferroviario de alta velocidad. Ambas compañías se encuentran en una fase de expansión y consolidación, invirtiendo significativamente para ganar terreno y mejorar sus servicios.
A pesar de los números negativos, Iryo se muestra optimista respecto a sus perspectivas a futuro. La empresa considera que el mercado de alta velocidad en España ofrece un considerable potencial de crecimiento y espera que, a medida que avance la consolidación de sus operaciones, los resultados financieros experimenten una tendencia positiva.
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