Hace 15 años, Madrid y Barcelona quedaron conectadas para siempre por una línea ferroviaria de alta velocidad. No fue la primera de España, pero sí la que más pasajeros preveía acoger. Y Renfe, la única operadora en aquel momento, no se equivocó: el triunfo fue absoluto y el AVE entre la capital de España y la ciudad condal fue un éxito.
AVE Madrid-Barcelona: la competencia nubla su 15 aniversario
Más de 140 millones de pasajeros se acogieron a las 17 frecuencias iniciales por sentido, hasta llegar a las 54 circulaciones diarias actuales. En total, 2 horas 30 minutos para los trenes directos que conectan ambas ciudades y que suponen un éxito en los transportes ferroviarios. Pero la fiesta de 15 cumpleaños del AVE puede quedar nublada por la liberalización del sector.
La competencia busca quitarle el trono al AVE de Renfe
El rey de la fiesta siempre fue Renfe, único operador ferroviario del país. Ahora, Ouigo, SNFC o Iryo, empresas privadas del sector, quieren arruinar la fiesta del AVE. Y parece que lo están consiguiendo.
Si analizamos los precios de los billetes de los 27 trenes de Renfe con destino a Madrid desde Barcelona, incluyendo la marca de bajo coste Avlo, de titularidad pública, y los 12 de Iryo y cinco de Ouigo, podemos ver que los precios están más bajos que hace un año, a pesar de la dinámica inflacionista.
Según Trainline, el precio medio del billete pasó de 83 euros en 2019 a 46 euros en el último trimestre del año pasado. Casi la mitad de precio gracias a la libre competencia. E Yrio (las conocidas como “flechas rojas” por su nombre comercial en Italia) viene a romper el mercado este mismo año.
La intención de la compañía es alcanzar el 30% de la cuota de pasajeros en este 2023, con tarifas que inimaginables ha e un año: desde 15 euros por trayecto. Precios que condenan a Renfe a reducir, si las previsiones no fallan, entorno a un 20% de su cuota de mercado, quedándose con un 50% de la totalidad de viajeros.
Es decir, que este 2023 la compañía pública propietaria del AVE que hasta ahora tenía el monopolio del 100% de las frecuencias de trenes entre Madrid y Barcelona pasará a comerse solo la mitad del pastel, según Trainline.
Ante esta furia de la competencia privada, Renfe se vio obligada a reaccionar. Y lo hizo no bajando el precio (al menos no tanto como su competencia), sino apostando por incrementar la calidad del servicio. Y eso pasa por aplicar compromisos de puntualidad, política de devolución de billetes más flexible, etc.
Una lucha desgarradora por el éxito ferroviario que Renfe lleva con capacidad de adaptación, según dicen desde la compañía. El tiempo dirá si el precio de Ouigo o Iryo acaba arrinconando a la empresa pública y su AVE, o si esta tiene capacidad de respuesta y mantiene su liderazgo en el mercado.
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